jueves, 11 de marzo de 2010

Jardín de infancia

Si os habéis pasado últimamente por aquí, habréis observado que la cabecera del blog lleva una temporada retratando un pasado muy lejano en el tiempo. Yo no lo viví pero lo tuve más cerca que los niños del siglo XXI. Las fotos que tenéis más abajo representan aquella época en la que los niños jugaban entre ellos y sin cachibaches electrónicos; se peleaban en montoneras, jugaban al fútbol, a las canicas o simplemente echaban carreras; con un capirote en la cabeza se unían a la cofradía del colegio para vivir la Semana Santa como se vivía entonces, con un fervor casi trágico; vestían como personas mayores pero miraban atónitos a una gallina. Para aquellos críos, su infancia, la añorada, mitificada y perdida infancia, fue la mejor. Los chavales de ahora no la verán en blanco y negro, pero la echarán de menos igual que los que posan ante el fotógrafo que inmortalizó una etapa irrepetible en su vidas.

(Las fotos las he seleccionado de la web de la asociación de antiguos alumnos de mi colegio)








6 comentarios:

Lev Mishkin dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Preciosas fotos.
Me recuerdan a Amelie y el "tesoro" que encuentra en la habitación del que una vez fuera niño, ¿Bretadau?

Txolarte dijo...

Pelín Pelín nostálgico le veo señor Conde, pero respecto a la calidad de las fotos sepa usía que tiene mucho mérito.
Si me lo permite su merced, propondría un concurso, yo también le otorgo todos mis votos a la de la gallina.
El problema de ese bucle del recuerdo fotográfico , ocurrirá cuando el formato JPG pase a segundo plano ,quien no escanee y recupere con un nuevo formato verá olvidados sus recuerdos ¿ o quizá desistirán los enamorados del vinilo?¿ y nacerán los amantes del JPG?.
El bucle frenético, siempre se nutre de los sentimientos de toda la vida.
Saludos

El Conde de MonteCristo dijo...

Coincido con Ud, mi preferida es la de la gallina. Es tremendamente significativa y a la vez hoy en día resulta incluso surrealista. Aunque al paso que vamos, dentro de unos años los críos tal vez miren así a cualquier animal al que sólo habrán visto en imágenes.

Una persona sin fotos es una persona sin pasado. Si perdías unas fotos, se te esfumaba parte de él. Antes las causas podrían ser un olvido o un traslado, un incendio o una inundación. Ahora la catástrofe en caso de debacle sería no tener una copia de seguridad de esos JPGs.

Mean Mr Mustard dijo...

Bonitas fotos de verdad, señor Conde.

Qué pena que las fotos, como ente físico, vayan también desapareciendo poco a poco. Hay pocas cosas tan bonitas como rebuscar entre fotos en viejas cajas y albums.

Un saludo

El Conde de MonteCristo dijo...

No sé si los chavales de ahora serán felices (creo que sí) pero a los de estas fotos se les ve que se lo pasaban de miedo.