domingo, 30 de mayo de 2010

Guau con la Pau

Me acerqué este pasado viernes 28 a ver a Paulina Rubio en la sala Santana 27. Además de conciertos de rock, también hay que equilibrar la balanza con pop comercial para saber cómo se las gastan estos artistas delante de su público. No sólo de ver a Ilegales vive el hombre. Mi conocimiento sobre la discografía de la mexicana no llega más allá de lo que he podido escuchar por radio o televisión. Así que allí me planté con la curiosidad como única expectativa.

Lo primero que llamó mi atención fue el público, diferente en su composición y en comportamiento al de uno de rock. Padres y madres con niños/as, subidos a unas escaleras para la correcta visión de sus enanos, muchas jovencitas más preocupadas por salir en una foto con Paulina de fondo que por seguir el desarrollo del concierto, gentes de diferentes países sudamericanos (el tirón mexicano supongo)...y aunque las féminas ganaban en número, muchos hombres e incluso unos cuantos fieles devotos ocupando una solicitadísima primera fila.


La hora de comienzo estaba fijada para las 10 pero la star retrasó media hora su aparición. Sospecho que la demora tenía como fin que el aforo estuviera más lleno. Y esto me sorprendió. La sala no se completó ni mucho menos, con bastantes huecos y sin demasiadas aglomeraciones. En un concierto de alguien no tan mediático como Maceo Parker en el mismo lugar, la asistencia fue mucho mayor.

La banda de acompañantes salió a escena con una introducción electrónica que me recordaba a los Chemical Brothers. Después, entre aclamaciones y chillidos, la protagonista de la noche. Enfundada en una chaqueta estilo majorette de brillantina azul y con sombrero negro adornado con plumas. Pantaloncito corto de color negro, con ligero y botas de cuero del mismo color hasta la rodilla y tacones de vértigo. Parezco de la sección de estilismo del "Pronto" pero si no hablamos del vestuario en este tipo de shows, cuándo lo vamos a hacer? Sé que esto no es lo único que queréis saber. Bien, vale. Su embarazo empieza a aflorar en su anatomía. La cara un poco más rellenita y la cintura de avispa ya no lo es tanto. Aunque sin limitarse en sus movimientos, supongo que antes participaba bailando más. Concienzada por su nuevo estado, además cuidó por su salud pidiendo una tregua a los fumadores en un momento determinado del show.


Para este tipo de artistas, aparecer en las revistas del corazón, en mi opinión, les resta credibilidad. Sobrevuela sobre ellos una visión de personajes de farándula más que de cantantes. Al margen de esto, a mi sinceramente me cae bien Paulina. Alguien que ha sido pareja de Ricardo Bofill merece todos mis respetos. Yo siempre me he declarado "bofillista". Y no es coña. Pero sobre esto ya hablaré otro día.

En lo estrictamente musical la valoración de la actuación está condicionada por su escasa duración. Fue visto y no visto. 1 hora duró con una parada a los 50 minutos. Da la sensación que este bolo ya estaba firmado antes de conocer su gestación y lo solventó por la vía rápida. De otra forma no me lo explico. Esto como se suele decir es llevárselo crudo.


Hecho este necesario apunte, para alegría de sus fans, en el repertorio no faltaron sus antiguos éxitos: Y yo sigo aquí, Yo no soy esa mujer, Lo haré por tí o Ni una sola palabra. Ni los más recientes como Causa y Efecto, Algo de tí y Ni rosas ni juguetes. La rubia dorada, todo hay que decirlo, no desmerece en vivo. No posee una voz rompedora pero está a la altura de los registros que le obliga cada canción. En las coreografías cedió mayor protagonismo a los dos bailarines (chico y chica) que le acompañaban y que también hacían de coristas. Tonteó más con el guitarrista con un look a lo "Guti" y con el bajista que parecía la versión alemana de Ricky Martin. Un teclista israelí y un batería que parecía de la familia de los "pelochos" por su tremendo y voluminoso pelucón, completaban una banda que cumplió su papel secundario con puntuales momentos para su lucimiento individual.


El Gran City Pop de Paulina Rubio hizo una parada en Bilbao pero fue tan breve que sin duda les dejó con ganas de más a sus seguidores. Para próximas visitas, consultaremos antes si viene en estado de buena esperanza o no. Os dejo con un video de las que me dejaron mejor sabor de boca junto a la ranchera Ni rosas ni juguetes.


2 comentarios:

nineuk dijo...

Que callado te lo tenían truhan...

El Conde de MonteCristo dijo...

A Paulina la quería sólo para mi celosón