miércoles, 12 de marzo de 2008

La apariencia del cargo no es sincera

"Hay que tener cuidado al elegir a los enemigos porque uno termina pareciéndose a ellos."

Jorge Luis Borges (1899-1986) Escritor argentino.


Primera noticia:

Gobernador de Nueva York implicado en caso de prostitución

Más sobre el caso del Gobernador

Así que el citado gobernador se gasta una pasta en prostitutas de lujo. Este político, casado y con 3 hijos, tenía la caradura de salir públicamente dando discursos con el objetivo de llevar a cabo una reforma ética.
Excelentísimo gobernador, no me parece muy ético engañar a su mujer e ir de adalid de la rectitud y de la moral, oiga. Ya está tardando en dimitir. Cierre la puerta por fuera por favor.

(Edito para incluir la noticia de la dimisión del "cliente número 9)

Dedicada al "cliente número 9":
Canción de Bryan Adams - Cloud number nine (nube número nueve)



Segunda noticia:

Detenido en la Costa del Sol el jefe de la lucha contra la corrupción

Unos funcionarios de polícia al servicio público de la lucha contra la corrupción son precisamente ellos mismos los corruptos con su jefe a la cabeza. Estos no sabemos si en público o en privado daban discursos de honradez y honestidad. Aunque ser honrado no es lo mismo que ser honesto, hubiera sido un detalle por su parte no haber emulado los métodos que ellos mismos perseguían.



Estas personas que por obligación de sus cargos más escrupulosas deberían ser en sus actos y en sus declaraciones, precisamente ellas se convierten (o ya lo eran) en lo mismo que critican y persiguen.
Si hipócrita y criticable es en un ciudadano de a pie aparentar una imagen y tener en realidad otra, en una que ocupa un cargo público mayor es su delito.

3 comentarios:

Mery dijo...

Ya ves, querido Edmundo, dónde está el honor de otros tiempos...
Hacen falta hombres como tu que impregnen de dignidad el siglo XXI.
Un abrazo. Mery

El Conde de MonteCristo dijo...

Si estuviese en mis manos, haría una regeneración de toda esa chusma. Ten por seguro Mery que los corruptos, mediocres e hipócritas acabarían en la sombra y sufrirían un rechazo social implacable.

Anónimo dijo...
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