martes, 17 de marzo de 2009

¿Los Tiempos Cambian? (3ª y Última Parte)

...Llegados a este punto para los que no han caído todavía, desvelarles que las referencias anteriores eran para los discos The Joshua Tree y Achtung Baby del grupo irlandés U2 que recientemente han sacado nuevo trabajo. Publicitado como una reinvención sonora y musical, el recibimiento por parte de la crítica ha sido positivo en su mayoría. Así se puede comprobar mediante esta recopilación de 30 críticas con una media final de 72 sobre 100.

Las más favorables como la de Rolling Stone o la de Blender lo sitúan como el mejor desde el Achtung Baby y destacan sus detalles novedosos y experimentales. Las más negativas inciden precisamente en lo contrario, que suena a álbumes pasados y que no aporta nada nuevo. La peor incluso lo califica sin tapujos de malo. Entre estos dos extremos se encuentra, a mi parecer, la opinión que más se ajusta a la realidad y en la que coinciden la mayoría de los medios. Y no es otra que es un disco notable, con las señas de identidad del grupo y con algunas pinceladas diferentes pero que también es cierto que no supone una innovación tan importante ni marca una nueva línea en el horizonte musical.

Así como en 1991 la reacción en general de los medios podríamos decir que fue similar a la actual (aunque no en los mismos términos), me llama la atención que las opiniones más duras y despectivas las podemos encontrar en los medios hispanos. Veamos un ejemplo.

En la versión digital del diario El Mundo el periodista Quico Alsedo tiene un blog musical. Por lo general sus intervenciones se pueden resumir en que él está en posesión de la verdad y el que no esté de acuerdo es un pringao. El tono de sus escritos suele tender al trazo grueso y chusco, con el ánimo de epatar y provocar controversia al mismo tiempo, intentando ser gracioso y ocurrente a la vez pero de forma a menudo fallida e irregular. En su crítica a No Line On The Horizon además de recurrir innecesariamente al menosprecio de manera un tanto burda a sus seguidores y estar repleta de argumentos obvios y huecos, he descubierto por casualidad que tiene una sibilina similitud con otras críticas como la del Austin Chronicle. Justamente esta es la penúltima peor crítica de ese compendio que mencionaba antes. Es sospechoso que recurra al mismo grupo y en el mismo tono despectivo que el Austin Chronicle para definir la misma canción: "...caras B de Simple Minds o peor (la lamentablemente pegadiza 'Magnificent')" y el A.Chronicle: "...while "Magnificent" refracts the band's bad-hair heyday as if it were Simple Minds". No he hecho un rastreo por las demás críticas pero no sería extraño encontrarse con más coincidencias como esta. Por lo demás, acude al manoseado recurso de la grandilocuencia del grupo (antes eran más puros y por eso eran más guays) que es algo que ya se les achacaba hace 20 años.

Otro ejemplo, en un tono diferente, es el del veterano periodista Julián Ruiz. Aunque su valoración sobre el disco es positiva y se acerca bastante a lo que yo también pienso (es un buen disco pero no han inventado la pólvora que nos intentan vender), destila algo de mala leche a la hora de tirar sus dardos. Se nota que para él los aspectos negativos de NLOTH se deben a dos personas: Brian Eno y Bono. No disimula su rechazo a la propuesta musical del primero, al que tacha de aburrido por su gusto por la música ambiental y la programación a la hora de grabar, y censura su injerencia en la dirección musical del grupo. Con el cantante llegó a tener bastante amistad en los 90 pero algo pasó entre ellos que a partir de ahí no le perdona una, si bien esta vez rebaja su nivel de inquina. Recurre al palo y a la zanahoria para alabar sus textos y melodías pero le atiza por algunas boutades y por su trabajo a media jornada.

Hace unos días, el periodista y crítico cinematográfico Antonio Gasset afirmaba sobre la labor de la crítica de cine en España que es "excesivamente subjetiva y personal, ya que se dan demasiados juicios de valor...los críticos deberían informar y dar conocimiento".

No puedo estar más de acuerdo con el peculiar y simpático ex-empleado de RTVE. Así como cualquier parecido con una crítica que informe y de conocimiento en el caso de Quico Alsedo es pura ficción, en el de Julián Ruiz, apartando sus antipatías, creo que arroja más luz al lector sobre lo que va a escuchar después.

En el título me preguntaba si los tiempos cambian. ¿Han cambiado en la manera de criticar un lanzamiento discográfico? ¿La crítica forma parte del marketing? ¿Se ha subido o se ha rebajado el listón de la calidad musical? ¿Tienen mayor criterio los oyentes de hoy que los de ayer? ¿En España se respeta menos a los artistas veteranos que en el resto del planeta? ¿Somos más papistas que el papa? Vosotros diréis.

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