lunes, 2 de marzo de 2009

Un Partido Sin Resolver

Ayer mismo en un pueblo de Sevilla en un partido de fútbol de juveniles varios jugadores le dieron al árbitro una brutal paliza. El motivo que la desencadenó fue la expulsión de uno de los jugadores del Cerro del Aguila. También hubo amigos y familiares que en plena agresión incitaron a los chavales a que siguieran pegándole. Justa o injusta la expulsión, pegar patadas y puñetazos a una persona como respuesta parece que no es una buena conducta. Y jalear la violencia de tu hijo que no llega a los 18 años tampoco parece que sea el mejor de los valores para transmitirle en su educación. Imagino que tanto los aficionados de ese equipo como los vecinos de ese barrio que no les gusten ese tipo de métodos, no quieran que esos chavales ensucien el buen nombre del Cerro del Aguila. Ni tampoco deseen sentirse representados por esa cuadrilla de maleantes. Es posible que decidan hacer algo que está en su mano y que es su expulsión del club. No les faltarían ganas de hacerlo también de su barrio pero eso ya es menos factible.

Cambiemos los actores de esta noticia por Euskadi, ETA, Batasuna, ANV, D3M y compañía. El árbitro puede ser nuestro amigo, padre, hermano o nosotros mismos. ¿Deben seguir viviendo entre nosotros personas que incitan, apoyan y celebran la violencia como los familiares de esos agresores? ¿Podemos seguir viviendo con este virus a nuestro lado durante más tiempo? ¿No tienen suerte los agresores de que el resto aún siendo abrumadoramente superiores en número no les respondamos con sus mismos métodos?

4 comentarios:

Noemí Pastor dijo...

Está La Violencia y están las violencias. Que no se nos escape ninguna. Si es que no son todas la misma.
Saludos.

El Conde de MonteCristo dijo...

Creo que a la violencia no tendríamos que ponerle matices, y si se los ponemos desde ese instante tal vez establecemos diferencias peligrosas.

Anónimo dijo...

Creo que la violencia si que tiene matices, la violencia en defensa propia o en ciertos casos de venganza se la puede llamar asi ?

El Conde de MonteCristo dijo...

Puedo aceptar Javier el primer matiz que mencionas, el de defensa propia, pero con el de la venganza entraríamos en arenas movedizas. Si ese matiz es con intención de liberar de culpa al vengador, además de peligroso sería entre otras cosas difícil de definir y tipificar. Porque en qué casos estaría justificado vengarse? Y cuál sería la respuesta adecuada como venganza?